Cuando fallamos y no conseguimos alguno de nuestros objetivos que nos hemos marcado en la vida nos sentimos frustrados y desanimados. Parece que nada puede reconfortarnos después de un fracaso.
En Espiritualmente lo sabemos bien, es por eso que queremos poner remedio a ello. Porque cuando fallamos en el intento de conseguir alguno de nuestros sueños, no podemos darnos por vencidos.
Porque en la vida es normal fracasar algunas veces, incluso de esos errores podemos sacar algo bueno: aprender en qué hemos fallado y mejorar para que no nos vuelva a suceder. Los errores nos ayudan a conocernos mejor. Es por eso mismo que no nos tienen que desmotivar, al contrario. Después de cada error viene un nuevo intento.
Y eso es lo que debemos tener siempre presente. Porque todo el mundo se equivoca alguna vez en la vida. Todo el mundo tiene algún fracaso. Pero eso no debe ser razón suficiente para abandonar nuestra lucha y nuestros sueños que tanto deseamos sino que debe fortalecernos aún más para ir a por ellos.
Pero es habitual que cuando las cosas salen mal llegue la desmotivación. No querer hacer nada, no querer intentar alcanzar nuestros sueños. Darlo todo por perdido y resignarnos a ver nuestro sueño inalcanzable. En Espiritualmente nos negamos a que estos sentimientos negativos se apoderen de nosotros.
Por eso mismo, hoy en Espiritualmente os traemos algunos consejos para motivarnos cuando todo nos va mal. Porque, pase lo que pase, no podemos abandonar nunca nuestras esperanzas y nuestros sueños. Porque son estos los que nos dan vida y los que nos harán ser realmente felices.
1. Sueña
Permítete la licencia de soñar e imaginarte cómo va a ser tu vida una vez logrado el objetivo. Eso te hará motivar para querer alcanzar ese deseo tan querido. Pero ten cuidado, que los sueños no te alejen demasiado de la realidad, si tu sueño es demasiado fantasioso sólo conseguirás desanimarte más y más.
2. Mira a tu alrededor
Hay mucha gente que te quiere y que está a tu lado. Quizás hasta ahora nunca te habías dado cuenta, pero tus seres queridos, familia y amigos están aquí para ayudarte y darte todo el apoyo que necesitas. Deja que te den su cariño y afecto, aunque no lo parezca eso va a ser muy importante para recobrar fuerzas y motivarte.
3. Compite
Pero hazlo contigo mismo. Márcate un único objetivo: superarte cada día. Aunque sea sólo un poco, cada pequeño progreso te ayudará a motivarte para dar el siguiente paso. Si estableces una competición sana contigo en la que te superas poco a poco cada día verás como tarde o temprano tendrás tu sueño al alcance de tu mano.
4. Actúa
Una cosa sí que te advertimos: de nada sirve lamentarse si no haces nada para cambiar. Actúa, equivócate y falla, sólo de esa manera mejorarás. Y sólo actuando y luchando por tu sueño acabarás consiguiéndolo. Pero, si no haces nada por conseguirlo, no tendrás derecho a lamentarte. Quien algo quiere, algo le cuesta.
5. Mira hacia atrás para avanzar
Sólo nos está permitido mirar hacia atrás para ver todo lo que hemos avanzado en nuestro camino y para recordar cuáles han sido nuestros errores, así no volveremos a cometerlos. De esta manera, recordando cómo era nuestra vida y cómo es ahora a mitad del camino tendremos las fuerzas suficientes para poder seguir avanzando y conseguir lo que nos propongamos.
‘Espiritualmente un gran espacio para aprender, un lugar donde encontrar muchas respuestas’
