El nuevo año que justo hoy ha empezado es toda una incógnita. ¿Tendremos suerte este año? ¿Será mejor? ¿Qué nos espera? El comienzo del nuevo año es siempre tiempo de empezar de cero y con las energías renovadas, para aprovechar al máximo el nuevo año y vivirlo con intensidad.
¿Pero, cómo lo hacemos? Pues antes que nada, teniendo claros los propósitos que queremos conseguir. Porque, como siempre decimos en Espiritualmente, para conseguir nuestros objetivos primero tenemos que tenerlos claros.
El nuevo año nos lo tenemos que tomar como una nueva etapa de nuestra vida. ¿Por qué no aprovechamos que es festivo para meditar y reflexionar seriamente sobre lo que queremos cambiar en nuestra vida?
Tenemos que imaginar que se trata de un cambio de armario, sólo que en vez de armario, se trata de nuestra mentalidad para renovarnos por dentro. Alejando todo aquello que no queremos para nosotros.
¿No nos gusta alguna de nuestras actitudes? ¿O quizás creemos que alguien de nuestro entorno no nos conviene? O, al contrario, quizás queramos recuperar alguna vieja amistad con la que hayamos perdido el contacto con el paso del tiempo.
Otras veces los deseos de año nuevo son algo más material como conseguir un trabajo, hacer por fin ese viaje soñado, aprender algún idioma o dejar de fumar. Sea lo que sea, aprovechad este primer día del año para reflexionar sobre ello. Y, el resto de 364 días, ¡luchad por lo que soñáis!
‘Espiritualmente un gran espacio para aprender, un lugar donde encontrar muchas respuestas’