Cuentos para pensar: La caja de besos

Cuentos para pensar: La caja de besosUn día un hombre vio como su hija estaba malgastando una gran cantidad de papel de regalo intentando envolver una caja, a la pobre no se le daba nada bien… Nada más verlo, su padre le empezó a regañar: ¡No malgastes así el papel, Isabel, no nos sobra el dinero para ir comprando más!

La niña, triste, se marchó a dormir y a la mañana siguiente le regaló esa caja a su padre, envuelta en el papel dorado que había gastado. Al ver la caja envuelta, su padre se arrepintió de sus duras palabras, y muy contento abrió su regalo. Pero la caja estaba vacía.

Se nuevo, el padre volvió a regañar a la pequeña: ¡Isabel! ¡Esta caja está vacía! ¿Para qué me regalas una caja vacía? ¡No lo quiero esto! – gritó su padre, muy enfadado.

Papá, la caja no está vacía– dijo la niña. –En esta caja he puesto un montón de besos que quiero que guardes para cuando los necesites. Su padre sintió mucha vergüenza por haber regañado tan duramente a su hija, y le pidió disculpas.

Desde ese día, el hombre conservó esa caja cerca de su cama y cada noche al acostarse la abría para coger uno de los besos de su hija y recordar lo mucho que se querían. Esa caja le sirvió para valorar lo más bonito que tenía en la vida: el amor de su hija. Y nunca más se separaría de ella, ni de la caja de besos.

Igual que el padre protagonista de la historia, cada uno de nosotros llevamos dentro una caja llena con el cariño y el amor de nuestros seres más queridos: padres, hijos, abuelos, amigos… Y hay que ser conscientes que esa caja de besos es lo más grande que jamás llegaremos a tener en nuestra vida.

Espiritualmente un gran espacio para aprender, un lugar donde encontrar muchas respuestas’

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