Había una vez un sabio y su discípulo que en uno de sus viajes llegaron a una aldea. Nada más llegar, les sorprendió que los habitantes de la aldea sólo tenían una vaca, con la que se alimentaban todos. La leche de esa vaca era todo lo que tenían para comer.
Lógicamente, los aldeanos no se encontraban bien y tenían falta de vitaminas y proteínas ya que sólo se alimentaban con leche de vaca. El discípulo preguntó a su maestro: ¿Cómo podemos ayudarles?. Su maestro le ordenó que matara la vaca.
-¿Cómo quiere que mate la vaca? Es lo único que tienen, ¡morirán de hambre!- dijo el discípulo.
-Es lo único que tienen, pero no es suficiente. No pueden alimentarse sólo de leche. Mata la vaca.- le volvió a ordenar el maestro.
El discípulo, descontento con el maestro, obedeció, mató la vaca y los dos continuaron con su camino. El joven le volvió a preguntar a su maestro: ¿Por qué me ha ordenado que matara la vaca?. El sabio le respondió que llegado el momento ya lo comprendería.
Un año después de ese día, el maestro le propuso a su discípulo volver de nuevo a la aldea y ver cómo les había ido sin la vaca. Cuando llegaron, el joven discípulo se quedó sin palabras. La aldea se había convertido en un pueblo sano y feliz.
El aprendiz no entendía nada, se sorprendió muchísimo. Se acercó a uno de los aldeanos y le preguntó: ¿Qué ha pasado aquí? ¡Os quitamos lo único que teníais para comer! El aldeano le contestó:
-Cuando vimos que nuestra vaca estaba muerta nos dimos cuenta de que ya no podríamos vivir nunca más de su leche. Decidimos buscar una solución rápido y descubrimos que nuestras tierras eran de las más fértiles de la zona. Entonces, sembramos trigo y pudimos comer una parte de la producción y vender el resto. Con ese dinero pudimos comprar más animales y ahora cultivamos la tierra y criamos animales para poder comer carne y verdura. ¡Vivimos mejor que nunca!
A veces, estamos tan acostumbrados a lo que tenemos en nuestra vida que no nos damos cuenta de que nuestros sueños y nuestra felicidad están al alcance de nuestra mano. No debemos conformarnos con lo que tenemos, si eso no nos hace felices. Debemos luchar siempre por conseguir lo que deseamos.
‘Espiritualmente un gran espacio para aprender, un lugar donde encontrar muchas respuestas’