Hoy en Espiritualmente os traemos una historia que nos ha cautivado desde un primer momento. Los protagonistas son Jonny y Xena, un niño autista y su perro. Esta es la historia de cómo se conocieron y cómo han llegado a tener una bonita relación de amistad con unos lazos fuertes e inseparables.
Xena era un perro muy pequeño que llegó a un refugio de animales del estado de Georgia, en Estados Unidos. El pequeño cachorro llegó en muy malas condiciones al refugio, y tuvo que ser reanimado por los trabajadores de allí.
El pobre cachorro abandonado sufrió todo tipo de maltratos y se encontraba en una situación realmente crítica, pero logró salir adelante. Un tiempo más tarde, una familia se fijó en él y decidió adoptarlo.
Pero no era una familia cualquiera. El cachorro fue a parar a casa de Jonny Hickey, un niño de 8 años que su autismo lo mantenía aislado y solitario. La familia del niño pensó que un compañero de juegos como un perro le podría ir bien para mejorar su vida.
Con el paso del tiempo, Jonny y Xena se han vuelto inseparables. La familia ha notado una gran mejora en el niño. Ahora es más feliz, sonríe cuando está con Xena y juegan sin parar. Su vida ha mejorado, pero también la del cachorro. Xena es ahora un perro sano, fuerte y feliz, que ha encontrado en la familia de Jonny mucho amor y cariño.
“Espiritualmente un gran espacio para aprender, un lugar donde encontrar muchas respuestas”