En Espiritualmente nos entra una gran necesidad de compartir con vosotros historias entrañables como las de hoy segundos después de verlas por primera vez. Son historias que nos llegan al alma, nos tocan el corazón y nos emocionan. Historias que nos ayudan a cambiar alguna de nuestras actitudes, para motivarnos a aprovechar al máximo la vida.
Concretamente, se trata de una secuencia de fotografías, todas ellas prácticamente idénticas. Tomadas alrededor del año 1973, en todas las fotografías hay un elemento común: una pareja de ancianos en el jardín de su casa. La pareja decidió fotografiarse siempre en la misma postura y en el mismo sitio.
La serie de fotografías acaba siendo un ejemplo muy interesante para observar el paso del tiempo a través del jardín. En primavera y verano, lleno de colores. Y en otoño e invierno, gris y sin vida.
La serie se repite una y otra vez, foto a foto, los ancianos parecen resistir al paso del tiempo. Igual que su jardín, que vuelve a florecer con la llegada del buen tiempo.
Pero la última foto guarda para nosotros una sorpresa…
Ya no son dos. En ésta última foto vemos únicamente al anciano, sin su compañera, sin su mujer. Pero el anciano tiene consigo un bonito recuerdo de ellos dos, juntos, ante la casa que los ha visto vivir y resistir a las adversidades de la vida. No dejemos nunca de aprovechar nuestras vidas y, sobretodo, de recordar cada momento que pasamos con los nuestros.
‘Espiritualmente un gran espacio para aprender, un lugar donde encontrar muchas respuestas’