Esta madrugada se cumplirán 102 años de uno de los mayores accidentes marítimos de toda la historia: el hundimiento del Titanic. La noche del 14 de abril sería la última que los viajeros pasarían a bordo del lujoso transatlántico.
Al contrario de lo que mucha gente cree, el hundimiento del Titanic no es el mayor naufragio de la historia, ni el que tuvo más víctimas mortales. Pero, en cambio, el recuerdo del Titanic ha conseguido sobrevivir al paso de los años.
A lo largo de los 100 años que se celebran ya del hundimiento, se ha creado toda una leyenda sobre el que fue uno de los buques transatlánticos más lujosos y ostentosos que han existido nunca en la historia. Mitos y leyendas creados, en parte, por la influencia de la gran cantidad de películas que se han realizado sobre la historia del Titanic.
Hace 102 años, el buque de vapor que tenía que unir Southampton y Nueva York pasó a la historia por su trágico final y por las 1514 personas que murieron en el accidente. Un viaje inaugural del que nadie podía imaginar su terrible desenlace y que hoy queremos recordar en Espiritualmente. Porque la historia del Titanic sigue asombrando a niños y mayores.
En el viaje inaugural del Titanic viajaban algunas de las personas más ricas del mundo, como el Coronel estadounidense John Jacob Astor IV, uno de los hombres más ricos del mundo en aquel momento. Pero más de la mitad de esas personas, casi el 64% fueron viajeros de tercera clase, inmigrantes irlandeses y británicos que iban a buscar una nueva vida en Estados Unidos.
¿Cómo era el Titanic?
Ya os hemos explicado que el Titanic fue, en su momento, el transatlántico más ostentoso y lujoso de la época. Entre sus equipamientos, en Titanic contaba con 2 peluquerías, una biblioteca, tres grandes salones (uno para cada clase) y dos cafeterías como, por ejemplo, el Café Parisien: un bonito espacio para descansar y tomar algo durante el viaje.
¿Os imagináis tomar el té en una de estas mesas mientras vemos el mar? Debía ser increíble. Además, el Titanic también tenía una pista de squash, una piscina interior, un baño turco y un gimnasio con una gran variedad de máquinas. Espacios a los que sólo podían acceder los viajeros de primera clase.
Pero si hay un elemento emblema del lujo y la decoración detallada del Titanic es su gran escalera principal, la entrada al barco para los pasajeros de primera clase. Esa escalera, el reloj tallado y la gran cúpula de cristal del techo que dejaba entrar la luz natural, son algunos de los elementos más famosos del Titanic.
¿Cómo se hundió?
La historia todo el mundo la sabe, el Titanic se hundió al chocar contra un iceberg. Pero, ¿cómo? Al principio se creía que ese iceberg había hecho una fisura en el casco por donde se filtró el agua. Más tarde, al descubrir los restos en el fondo del mar se vio que el choque con el iceberg hizo saltar los remaches del casco.
Es decir, que el hundimiento del Titanic fue también consecuencia de un mal diseño del buque, que contaba con unos remaches demasiado frágiles. La mayoría de los remaches del Titanic eran de hierro, mucho menos resistentes que los de acero, que sólo se colocaron en la parte central del Titanic.
Otro de los factores que contribuyó a la catástrofe final fue los pocos botes salvavidas que había a bordo. Los 20 botes que había a bordo del Titanic llenos sólo podían salvar a 1170 pasajeros, mientras que en su viaje inaugural había 2228 viajeros. Muchas de las personas a bordo del transatlántico se quedaron sin sitio en los botes.
Además, los 20 botes salieron sin ocupar completamente su capacidad. Había botes con una capacidad para 40 personas en las que sólo subieron 12 pasajeros, por poner un ejemplo. El total de pasajeros que subieron a los botes fueron 705, de los 1170 que podrían haber subido. Una diferencia que aumentó aún más el número de víctimas.
Objetos recuperados del Titanic
Desde que se encontraron los restos del Titanic en 1985, se han recuperado una gran cantidad de objetos, joyas y piezas de la vajilla que reflejan aún más el lujo que había entre sus pasajeros de primera clase. Objetos llenos de historia que si hablaran nos dejarían sin palabras explicándonos cómo fueron esas últimas horas del Titanic. En Espiritualmente hoy os traemos algunos de esos objetos recuperados:
1. Una carta de póquer, uno de los pasatiempos entre los pasajeros del buque.
2. Un elegante reloj de bolsillo como los muchos que usaban los hombres de primera clase.
3. Algunas de las joyas del Titánic más bonitas que se han encontrado entre los restos.
4. Una taza del Titánic en la que seguro se tomaron una gran cantidad de tés y cafés.
5. Partitura de los músicos del Titánic que tocaron durante el viaje y en el momento del hundimiento.
‘Espiritualmente un gran espacio para aprender, un lugar donde encontrar muchas respuestas’
