Un día una madre preguntó a su hija pequeña cuál creía que era la parte más importante de su cuerpo. La niña no sabía muy bien cómo responder y se quedó un rato pensando. Al final le dijo que creía que la parte más importante de su cuerpo eran sus orejas, ya que sin oído la vida sería terrible y triste. Su madre le contestó que se había equivocado, porque en el mundo hay muchas personas sordas que sobreviven sin el oído. Le dijo que siguiera pensado y reflexionando, porque dentro de unos años le volvería a preguntar lo mismo.
Tras unos cuantos años, su madre le volvió a hacer la misma pregunta: «¿Cuál es la parte más importante de tu cuerpo?». La niña, que se había estado preparando para contestarle, le dijo: «La vista es lo más importante, porque sino no veríamos las cosas bonitas del mundo». Su madre le volvió a decir que estaba muy equivocada porque, igual que con el oído, también hay muchas personas ciegas que son capaces de salir adelante sin la vista. Y animó a su hija a que siguiera pensando en la pregunta para estar preparada cuando se la volviera a hacer.
La madre de la pequeña se lo volvió a preguntar algunas veces más con el paso de los años, pero la niña seguía sin dar con la respuesta correcta. Su madre seguía animándola para que no dejara de reflexionar sobre cuál era la parte más importante de su cuerpo, y cada vez iba acercándose más y más.
Un día, el abuelo de la pequeña, sufrió una grave enfermedad y acabó muriendo. Fue un día muy triste en sus vidas, todos lloraron mucho. La madre de la niña no dejaba de mirarla y entonces volvió a preguntarle: «¿Saber ya cuál es la parte más importante de tu cuerpo?». La niña se extrañó de que le hiciera la pregunta en un momento tan triste como ese.
Su madre la miró y, por fin, le dio la respuesta: «Hija, la parte más importante del cuerpo es el hombro. Es muy importante porque tu hombro va a sostener la cabeza de un amigo o un ser amado cuando está triste y llora. Todos necesitamos un hombro sobre el que llorar y sentirnos acompañados. Espero que a lo largo de tu vida tengas mucho amor y amigos que te dejen su hombro para llorar cuando te haga falta. Igual que yo ahora necesito tu hombro y tu apoyo«.
Es un encanto éste cuento enseña y hace reflexionar hoy rindo en mi cole. Tema libre.Gracias