Las personas solemos ser muy indecisas. Los miedos a equivocarse y a pasar a la acción suelen hacer que nos echemos atrás a la hora de actuar y tomar una decisión. Eso nos hace perder miles de oportunidades muchas veces, trenes que ya no volverán a pasar y nunca más podremos coger.
Y es una pena que por culpa de nuestros miedos e inseguridades perdamos muchas oportunidades que nos harían avanzar en nuestros objetivos de la vida. ¿Cuántas veces has evitado hasta el último momento para tomar una decisión? Seguro que luego te has arrepentido porque ya era tarde…
En Espiritualmente sabemos lo complicado que es tomar una decisión, sobretodo cuando se trata de temas importantes en nuestra vida. Por eso mismo hoy os daremos algunos consejos para aprender a tomar decisiones y saber qué debemos mejorar para no ser tan indecisos.
1. ¿Decisiones correctas o incorrectas? Debemos dejar de obsesionarnos por tomar la decisión correcta. Sobretodo, porque sólo podremos saber si es correcta o incorrecta con el paso del tiempo. Tomar decisiones implica correr el riesgo de equivocarse, ¡pero no pasa nada! ¡Un error es una oportunidad de aprender!
2. Intuición: Como no sabemos si nuestra decisión es correcta o errónea, lo único que debemos hacer es seguir nuestra intuición. Si hacemos lo que nos pide nuestro corazón y nuestra intuición, no podremos decir nunca que nos hemos equivocado.
3. Tener claro el objetivo: La mayoría de las veces, aquello que nos impide tomar una decisión es la falta de un objetivo. Si no tenemos claro qué queremos conseguir, nos va a ser imposible alcanzar nuestro objetivo. Así que, antes que nada, debemos definir qué deseamos.
4. Pasar a la acción: Y, sobretodo, no podemos quedarnos a ver las cosas pasar. Debemos tomar decisiones y, aunque alguna vez no consigamos lo que queremos, debemos ver cada uno de los fallos como una oportunidad para nosotros.
5. Huir de los miedos: Pero nada de todo esto nos servirá si no nos quitamos de encima el miedo que tenemos todos a equivocarnos. Los errores existen, pero no debemos dejar que nos paralicen. Ya que si no aceptamos el riesgo a equivocarnos, no conseguiremos avanzar.
‘Espiritualmente un gran espacio para aprender, un lugar donde encontrar muchas respuestas’