Cuando damos un beso, todo nuestro cuerpo se revoluciona. Cada vez que damos un beso quemamos 12 calorías gracias al movimiento de 36 músculos de nuestro cuerpo que se activan cuando besamos.
Además, nuestro corazón pasa de 60 a 100 pulsaciones por minuto. Los efectos físicos de los besos en nuestro cuerpo están muy claros pero, ¿y nuestro cerebro? ¿qué le pasa a nuestra mente cuando besamos?
Hoy en Espiritualmente os trataremos de explicar cómo afectan los besos a nuestro cerebro. Os daremos 4 de los efectos positivos que los besos producen en nuestra mente, mejorando nuestro bienestar.
Pero si queréis conocer más sobre cómo el amor mejora nuestra vida, podréis hacerlo en el Congreso de Amor y Pareja que se celebrará el 5 de octubre en Barcelona.
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¿Cómo afectan los besos a nuestro cerebro?
1. Estamos diseñados para besarnos: según un estudio de la Universidad de Princeton, en el cerebro hay unas neuronas diseñadas para ayudarnos a encontrar los labios de nuestra pareja con los ojos cerrados o a oscuras. Si nuestro cerebro está diseñado para esto, debe ser que es muy positivo para nosotros, ¿no creéis?
2. Nos activan: cuando nos besamos con nuestra pareja, el sistema límbico de nuestro cerebro se encarga de transmitir esa información y activar partes de nuestro organismo como la respiración, el ritmo cardíaco, la tensión arterial, el tono muscular, la secreción hormonal…
3. Alivian el dolor: esa secreción hormonal de la que hablábamos antes incluye las endorfinas, unas hormonas que aumentan nuestra sensación de bienestar y producen en nuestro cuerpo un efecto analgésico que nos alivia cualquier dolor.
4. Nos hacen felices: cuando nos besamos, nos sentimos mucho más felices. Un beso es una muestra muy clara de cariño y amor, y no hay nada mejor para la felicidad que sentirse querido y amado.
