Por todos es sabido que nuestro estado de ánimo está muy influido por nuestro entorno. Incluso nuestro hogar puede influir en él, tal y como comentamos hoy en Espiritualmente. Porque cuando empezamos a vivir en una casa una de las mayores dudas siempre es de qué color pintar las paredes.
Cada uno de los colores le dará a nuestra mente y nuestro cuerpo una sensación muy diferente. Jugando con los colores podremos lograr que las estancias de nuestras casas tengan una u otra finalidad.
Por eso mismo hoy en Espiritualmente os traemos algunos de los colores básicos que existen y sus cualidades, cómo estos colores afectan a nuestro humor y estado de ánimo y benefician nuestro bienestar.
– Rojo: nos da mucha energía. Es un color perfecto cuando lo que queremos es fomentar nuestro entusiasmo y vitalidad. Ideal para nuestra sala de estar y así avivar nuestras reuniones con amigos y familiares.
– Azul: está probado que reduce la presión arterial de nuestro cuerpo, la respiración es más lenta y estamos más relajados. Un color perfecto para el baño, para combinarlo con un relajante baño de espuma.
– Amarillo: nos transmite toda la energía y alegría de la luz solar y la naturaleza. Es perfecto para la entrada de casa o los pasillos, zonas más bien reducidas que se expandirán si ponemos el amarillo en sus paredes.
– Verde: es el color que más relaja nuestra vista. El verde es el color adecuado para cualquiera de las habitaciones de la casa, si lo que queremos es llegar a nuestro hogar para encontrar tranquilidad. Al ser un color tan relajante lo hace especialmente idóneo para los dormitorios.
– Violeta: los tonos más oscuros de este color se asocian con el lujo y la creatividad, tonos ideales para usarlos de complementarios en nuestras paredes y decoración de nuestra casa. En cambio, sus tonos más claros se asocian con el relax y la calma de colores como el azul o el verde.
‘Espiritualmente un gran espacio para aprender, un lugar donde encontrar muchas respuestas’